PARÍS, CON TU ABUELA

Río Sena con la Torre Eiffel al fondo (mayo de 2017)

¡Hola viajer@s!

Hoy os traigo un post muy especial para mí. Os voy a contar mi experiencia en París cuando fuimos por los noventa años de mi abuela en el 2017. Ir a París, era su sueño y a todos nos apeteció llevarla hasta allí para que pudiera subir a su amada Torre Eiffel y pudiera ver toda la ciudad desde las alturas. Así que, cogimos todos juntos y nos fuimos tres días a visitar la ciudad del amor. Obviamente, el ritmo que llevamos en esta visita a la ciudad no fue ni mucho menos el mismo que llevaríamos en condiciones normales.

La visita a una ciudad con tantas cosas por ver no resulta fácil para una persona como mi abuela que, a sus noventa años, le costaba andar. Por lo tanto, mi familia y yo tuvimos que buscar una solución para que pudiera desplazarse de forma fácil y con nuestra ayuda; pero… Empecemos desde el principio del viaje, ¡el aeropuerto!

Cuando viajeis con una persona con dificultades de movilidad, como era el caso de mi abuela, al llegar al aeropuerto debéis informar a los trabajadores para que os puedan proporcionar transporte por la terminal para esta persona y acceso preferente al avión. Os dejo en el siguiente link más información sobre la asistencia en el aeropuerto de Barcelona a personas con movilidad reducida. Os he puesto la información del Aeropuerto del Prat porque es el aeropuerto desde donde siempre viajo, pero en todos los aeropuertos siempre hay puntos de información donde os pueden ayudar.

Ya hemos resuelto el tema del aeropuerto, pero al llegar a París, también tuvimos que buscar una solución para que mi abuela pudiera desplazarse. Lo que hicimos fue ir a preguntar en las farmacias para poder alquilar una silla de ruedas; en nuestro caso no lo teníamos planeado ni previamente reservado, así que fuimos a la aventura, pero finalmente conseguimos una silla para los tres días que estuvimos visitando la ciudad. De todas maneras, os dejo aquí una página donde poder consultar el alquiler de sillas de ruedas en París y poder reservarlo previamente.

Cuando tuvimos la silla y empezamos a movernos por la ciudad, nos dimos cuenta de que París no es la mejor ciudad para circular con una silla de ruedas, ya que muchas de sus calles están adoquinadas y eso nos dificultaba mucho el mover a mi abuela sentada en la silla. Pero como comentaba al inicio del post, debemos adaptar las visita de la ciudad a una persona con movilidad reducida e hicimos actividades para que ella pudiera disfrutar de la ciudad pero que no supusiera un gran esfuerzo tanto para ella como para los que la íbamos empujando por la ciudad.

A continuación, os comentaré algunas de las actividades que hicimos con ella y que os recomiendo si viajáis con personas con dificultades en la movilidad:

Paseo por el Sena:

El Sena (mayo de 2017)

Esta es una actividad que os permitirá ver la ciudad desde el río que la cruza y donde, además, os irán explicando los monumentos que nos vamos encontrando por el camino. En las orillas del Sena podréis encontrar varias opciones de crucero, entre los que hay paseo únicamente o también con la cena incluida. Nosotros optamos por la primera opción, pero lo cogimos en el mismo momento. El precio de estos paseos puede oscilar entre los 15-20€. Si sois personas previsoras, también podéis reservar el tour de antemano, en páginas como civitatis, por ejemplo.

Subir a la Torre Eiffel:

Torre Eiffel después de la lluvia (mayo de 2017)

Este era el gran sueño de mi abuela a sus noventa años, y lo consiguió. En ese momento, no hacía falta una reserva previa para poder subir a la Torre. Mi abuela, junto con un acompañante, pudo subir sin hacer colas por ser una persona de movilidad reducida. Actualmente desde la pandemia del COVID-19, para entrar a la Torre, se debe coger entrada previa y programada en la página web oficial.

Bus turístico:

Otra forma de visitar la ciudad es mediante el bus turístico, que os dará una visión general de la ciudad y de sus atracciones y monumentos más populares, esta vez desde tierra. Nosotros elegimos la parte de encima del bus para que mi abuela pudiera disfrutar de todo el camino con las mejores vistas. Lo ideal es hacer la ruta entera de una vez porque así os podréis hacer una idea de todo con las explicaciones que os van dando a lo largo del camino. La mejor opción para comprar las entradas del bus es hacerlo en una de las paradas habilitadas para ello, y que están por toda la ciudad.

Estas tres fueron las actividades más importantes que hicimos, aunque tuvimos la oportunidad de visitar Montmartre, Notre Dame, el Louvre o les Champs Elysées; ¡siempre con nuestra silla de ruedas y mi abuela a cuestas!

Como veis, aunque no fue fácil hacer este viaje, nunca es imposible conseguir que una persona como mi abuela pudiera cumplir su sueño, aún con las dificultades que tenía en ese momento.

¡Espero que este post haya servido para animaros a viajar con vuestros mayores!

¡Nos vemos por los aeropuertos!

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2 comentarios sobre “PARÍS, CON TU ABUELA

  1. Qué guay! Me lo apunto, porque la verdad es que cuando te planteas viajar con gente mayor, ves más pegas que soluciones, y al final, todo es adaptar expectativas y ponerle ganas. ¡Gracias por tus recomendaciones! ^^

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